Salir con el dinero justo cada día.
Llevar una libreta con los gastos diarios.
No tener tarjeta de crédito.
No pedir créditos. No pedir dinero prestado.
No hacer apología de la enfermedad.
Pedir y brindar ayuda telefónica o por Internet, cuando sea necesario.
Colaborar con el funcionamiento del grupo.
Tratar de concurrir a las reuniones por el bien de todos.
Decirle no al primer gasto o deuda compulsivos.
Brindarse lo mejor: alegría de una conciencia tranquila.
Confiar en que estoy haciendo todo lo posible.
Aprender a ser feliz cada 24 horas.
Animarse a amar y ser amado/a.