sucedió una primavera
Me llamo Rosa y crecí en una familia con tradiciones orientales, tuve una infancia rodeada de familia y económicamente podría decirse que teníamos un buen pasar, cuando tenía unos 6 años empiezo a darme cuenta que había problemas entre mis padres, mi papá era un jugador y deudor compulsivo y mi mamá es una gastadora compulsiva que siempre le reclamaba dinero a mi padre a la hora de del mediodía o a la noche ,pero siempre en la mesa, almorzar o cenar en forma tranquila no era algo habitual, siempre el dinero y otras discusiones hacía que ese momento se tornara tenso. Mirando hacia atrás puedo decir que en esta etapa de mi vida es donde se empieza a gestar mi conflicto con el dinero, pues el dinero siempre estaba en el centro de las discusiones. En mi adolescencia mis padres se separaron y mi situación económica cambió en forma drástica ,mi padre pierde todo su dinero de la venta de las propiedades en el juego y se va durante casi 18 años a vivir fuera del país ,mi madre invierte el dinero en un apartamento, pero no tiene un fuente de ingresos fija ,después de un tiempo se vuelve a casar, pero ahora el dinero faltaba para comer, en esta etapa de mi vida comencé a sacarle dinero a mi abuelo a escondidas, venderle algún artículo valioso a mi hermano, mi enfermedad empieza a tener algunos indicios claros de manifestación, y a pesar de saber que algunas cosas de las que hacía estaban mal , me arrepentía y me angustiaban pero no dejaba de hacerlas. Pasaron los años y comencé a trabajar, tenía buenos ingresos y eso me permitía gastar y endeudarme con tarjetas y préstamos, siempre gastando más de lo que podía, había una parte mía que se sentía feliz gastando y seguía adelante como que nada estaba sucediendo.
Durante muchos años viví de esa forma ,hasta que en la primavera del 2017 me encontré en la madrugada buscando desesperadamente alguna forma de conseguir el dinero necesario para cubrir mis necesidades y contacté un prestamista que a decir verdad ni siquiera sabía en qué lugar del planeta Tierra se encontraba,lo que sí sé que me contestó de inmediato, quedé paralizada cuando recibí la respuesta ,me asusté, inmediatamente pensé muchas cosas horribles que podría sucederme si esa persona me auxiliaba con dinero y yo no lo pagaba, bloquee su número y así me sentí tranquila por un momento ,aunque mi desesperación por el dinero seguía, seguidamente se vino a mi mente una pregunta que fue la siguiente: ¿si existen grupos de 12 pasos de otras comunidades anónimas ,tendría que existir de deudores?, y así fue como encontré la página de DA (deudores anónimos),envíe un correo pidiendo ayuda, me contestaron el correo y luego me contacté telefónicamente con una compañera que hasta el día de hoy compartimos momentos de nuestras vidas ,ese mismo día participé de una reunión virtual ( en mi país no hay reuniones presenciales),ese día de primavera empezó mi primer día de solvencia, hoy a un año y algo ,entendí que tengo una enfermedad emocional ,soy una deudora compulsiva ,pero tengo un programa de 12 pasos que me permite estar solvente, yo tengo que hacer mi parte, que es sinónimo de utilizar cada una de las herramientas del programa para mantener mi sobriedad ,descubrí que tengo a mi Poder Superior que siempre está a mi lado y que puedo confiar y entregar mi vida con tranquilidad a él, yo pensaba que tenía el control de mi vida y logré entender que son pocos las cosas que se pueden controlar, tengo una madrina con la cual comparto, entendí que ya no estoy sola y que seguir comprometida con el programa y es la llave a mi serenidad y libertad.
Mi vida va cambiando día a día y agradezco cada mañana por haber encontrado a Deudores Anónimos.